Investigaciones
anteriores han apuntado unas diferencias en el conocimiento y uso del argot
relacionadas con la edad y actitud de los informantes. A continuación exponemos
y comentamos los resultados obtenidos a partir de nuestros datos. Los
resultados generales de las medias de las sumas del conocimiento léxico en cada
una de las tres edades delimitadas (a: de 18 a 25; b: de 25 a 39; c: mayores de
40) son:
-
Ítems
unidades: 215,4 a / 228b / 264c;
-
Ítems
conceptos: 179,2 a / 186,26 b / 206,8 c;
-
Aportaciones:
7,6 a, 10,5 b, 21,5 c.
Apreciamos
unas diferencias relevantes en el uso del léxico del delincuente entre dos
grupos de edades: a-b y c. Los informantes de este último grupo c poseen un conocimiento superior,
probablemente porque han coexistido con un tipo de delito diferente al actual,
más planificado y estratégico, que conllevaba un léxico específico y “técnico”.
Incluso si eliminamos a las dos mujeres de conocimiento inferior delos grupos a y b,
la media de sus ítems unidades se acercaría a 234 en ambos grupos, todavía
sensiblemente inferior al tercero. Ahora bien, en este grupo c, parece existir una contradicción: de
sus cinco componentes, dos poseen un porcentaje inferior al resto de sujetos de los restantes grupos.
Esto nos obliga a matizar la afirmación inicial y a postular que los
integrantes del grupo c presentan una
gran disparidad o desviación estándar global y en los distintos campos: pueden
conocer o no el argot, en función de sus vivencias y actividades delictivas;
sin embargo, cuando lo conocen sus índices de competencia léxica son más
elevados que el resto de grupos.
BIBLIOGRAFÍA:
- Sanmartín Sáez, Julia (1998). Lenguaje
y cultura marginal. El argot de la delincuencia. Valencia: Universitat de
València.
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