La droga en sí misma no se
presenta como un espacio diferente al del delincuente en libertad (aunque
generalmente se trafica en determinados lugares), pero tanto por la importancia
que ha cobrado en la actualidad como el hecho de poseer sus propios actantes,
objetos y acciones, conviene considerarla como un campo léxico diferente al
resto. El argot de la droga es el más común y universal entre las lenguas,
puesto que se trata de simples traducciones a partir de la lengua que le ha
dado el nombre argótico por primera vez. Sucede de este modo por la creciente
expansión y comercialización rápida, al igual que por las numerosas relaciones
que vinculan a sus consumidores; esto le conduce a buscar un léxico fácilmente
inteligible para todos, un argot interlingüístico.
El mundo de las drogas
conlleva una serie de procedimientos y de peculiaridades que se reflejan en su
argot. Las aportaciones se relacionan con aspectos muy concretos, sobre todo,
con la forma de consumir droga. Ésta se puede introducir por vía intravenosa (chutarse; yonqui de vena); quemar y
aspirar (chino; yoqui de base) o bien
aspirar directamente (yoqui de troncha).
Igualmente, tanto la heroína como la cocaína se pueden pinchar o inhalar. Para
introducirse la droga por vía intravenosa, el drogadicto extrae la sangre
previamente con la jeringuilla y después introduce aire y droga en un
movimiento continuo de bombeo.
Este campo tiene un gran
número de sinónimos:
-
Fumeta, porrero, drogota, grifota ‘drogadicto’
-
Enganchado, pillado ‘adicto a las drogas’
-
Mula, correo, burra, ‘mujer que trafica con drogas
introduciéndola en su cuerpo’
-
Plajear, fusimelar, ‘fumar’
-
Esnifar, ir de raya, grifársela, ‘inspirar droga’
-
Chutarse, pincharse, meterse, ‘inyectarse droga’
-
Porro, canuto, mail, quiqui, peta,
petardo, yoint, ‘cigarrillo
de hachís’
Entre muchos otros.
El gran número de
sinónimos indica una elevada dispersión, probablemente porque es el campo de mayo
capacidad de innovación en la actualidad y no exige la precisión ‘profesional’.
Además, la adicción es compartida por un considerable grupo de hablantes que
también contribuyen con sus creaciones. En la actualidad el consumo de drogas
se ha generalizado entre algunos jóvenes. La droga forma parte de su cultura
(de su manera de divertirse) y constituye un elemento de unión entre los
jóvenes que comparten este sistema. Por lo tanto, se convierte en una forma de
integrarse en la cultura juvenil.
En general este campo
léxico se ha formado por préstamos del slang o argot inglés. Cuando existe una
diversidad de sinónimos, préstamos frente a términos propios dela lengua
nativa, el hablante prefiere porro /
mail; caballo, etc. Se prefiere igualmente el calco semántico al préstamo
léxico cuando existen ambas posibilidades: mono
/ monki.
La adicción no distingue
edades ni sexos y actúa como un factor de homogeneización. Asimismo, la
dependencia del individuo influye en su perfil psicológico en una doble
vertiente, por una parte, disminuye su capacidad de razonar, su agilidad
mental; por otra, convierte al delincuente en una persona agresiva y con una
falta de respeto hacia la propia existencia, como es, por ejemplo, continuar
con su adicción en un medio sin condiciones de higiene, con el consiguiente
peligro de contraer el sida.
BIBLIOGRAFÍA:
- Sanmartín Sáez, Julia (1998). Lenguaje
y cultura marginal. El argot de la delincuencia. Valencia: Universitat de
València.
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